He ido muchas veces a Burgos, por turismo varias por trabajo otras tantas.
Las catedrales son construcciones increíbles, y poder pararte ante ellas por unos minutos y pensar te hace des ubicarte de otras cosas más temporales.
.JPG)
Y como ancha es España y productora de vino donde las haya, el GPS nos llevó a localizar una cooperativa que nos habían recomendado para pillar un poco de Rioja, en Haro. No lo probé aún, pero poco le falta para que se deslice por mi garganta.
Las catedrales son construcciones increíbles, y poder pararte ante ellas por unos minutos y pensar te hace des ubicarte de otras cosas más temporales.
Y como ancha es España y productora de vino donde las haya, el GPS nos llevó a localizar una cooperativa que nos habían recomendado para pillar un poco de Rioja, en Haro. No lo probé aún, pero poco le falta para que se deslice por mi garganta.
Y finalizando la excursión por tierras vascas, Hondarribia, con sus preciosas calles y vistas del mar
nos guiaron a recoger otro pequeño vicio: la sidra.
Y en una auténtica sagardotegia, dígase sidrería, recogí una docenita de botellas de sidra recien envasada a la vez que escanciamos de varias barricas de manzanas prensadas a cual mejor.
Y nada, 1.300 kilómetros más al Totoya, con buen resultado, y 46 litros de alcohol para no aburrir el gaznate.
Bueno, sí, unas morcillitas y un quesito de burgos tambien cayeron.. no solo de líquidos vive uno :--)